Cada persona que posea un vehículo debe saber que existen una serie de chequeos periódicos que han de llevarse a cabo en él, con independencia de que el coche sea de segunda mano o nuevo de fábrica. En lo referente a los líquidos del vehículo, hay cuatro que cada conductor o conductora debe revisar, al menos, una vez cada quince días: líquido refrigerante, de frenos y del lavaparabrisas y el aceite.